EDUARDO AGÜERA NOS REGALA UN HERMOSO RELATO.
Alcé mi espada ,y prometí venganza. No soy persona de matar y hacer el mal. A veces, por ciertas maldades que ocasiona el ser humano, tu forma de pensar te hace cambiar.
Unos guerreros entraron en mi casa de forma agresiva y sin cotemplaciones, sin comprender por qué, asesinaron a mi mujer y a mis tres hijos.
Los dioses me acompañaron y me dieron la fuerza necesaria para localizar a los asesinos.
No tuve prisa en encontrarlos, me recorrí las frías Tierras del Norte y Ageder, sin encontrar a mis objetivos.
Como guerrero huno, nunca me rendí, atravesé, montañas nevadas y densas selvas. Finalmente localicé a unos bárbaros que acampaban, eran los asesinos de mi familia. Luché como un oso, nunca supe, de dónde saqué tanto poder, logré acabar con ellos.
Sentí alivio, fuerza y amor, porque las almas de mis hijos y la de mi mujer, descansan en paz.
Oh, a esos dioses que me han dado la fuerza necesaria para seguir adelante. Mi espada la llevaré conmigo, para hacer el bien y luchar contra la maldad del ser humano.
Soy rey de Alubi, he construido mi propio reino.
Deja una respuesta