AMANTES MEDIEVALES Y AMANTES MEDIEVALES II TRIUNFANDO POR EL MUNDO, GRACIAS A VOSOTROS

AMANTES MEDIEVALES

EL SECRETO DE LOS TEMPLARIOS
Jerusalén, año 1185.
Gérard de Ridefort acaba de convocar una reunión, junto a los caballeros templarios más importante de la Orden. Evrad, de Gran Bretaña, Coler, Italia, Rich, Escocia y Wilsen, Suecia. Éstos se unieron para un secreto, se llevó oculto durante la época de Jesús.
–Valientes caballeros, es un honor invitaros a Jerusalén. El motivo de esta reunión, es porque hay un secreto sobre Jesús. Solamente lo sabremos nosotros, pero por esta misma causa he convocado a los mejores caballeros de la Orden. Confío en ustedes y pronto sabremos ese secreto. Se baraja la posibilidad, que el sultán Saladino, tiene en su poder unos papiros escritos por José de Arimatea. Menciona datos muy relevantes
y cambiaría la historia del cristianismo. Con estas palabras concluyo esta reunión. –Gran Maestre, quisiera saber algo más. El sultán tiene esos papiros, eso significa que tendremos que luchar contra él. Así recuperar los papiros y descifrar el contenido –comentó Evrad.
–Eso es lo que vais hacer. Lo que dice el hermano Evrad. Atacar al sultán y traer los papiros –dijo el Gran Maestre.
El Gran Maestre estaba convencido que los papiros iba a dar un vuelco a la historia de Jesús.
Los valientes caballeros salieron del Templo de Salomón. Sabían que era una misión muy difícil. Luchar contra Saladino, era una muerte segura. Coler, era un caballero egoísta, nadie esperó lo que realmente escondía… Los Templarios fueron al castillo de sus amigos, la Orden del Hospital. Así ayudarían para atacar contra las tropas de Saladino.
Estuvieron reunidos con, Vilr, el Maestre de la Orden. Amablemente colaboró con los Templarios. Reunió a un gran número de caballeros, y fueron en busca de Saladino.
Por el camino planificaron el ataque.
Lo que no sabían; Saladino sabía que iba a producirse un ataque. Alguien comunicó al sultán sobre la batalla. Cuando los caballeros llegaron a la gran loma, cerca del Monte de los Olivos. Fueron interceptados por soldados Sarracenos. Los Hospitalarios fueron cruelmente asesinados.
¿Quién fue el impostor que informó a Saladino?
Los Templarios fueron a la residencia del sultán. Evrad y Rich consiguieron entrar en su interior. Mientras, Coler y Wilsen esperaban al exterior de la gran muralla. Por causa que se desconoce, Wilsen falleció apuñalado.
Coler entró en busca de sus hermanos. Cuando los Templarios localizaron los papiros, salieron de la residencia. Los Sarracenos siguieron a los Templarios. Una persecución angustiosa. Una flecha impactó Contra Rich y sólo quedaban, Evrad y Coler.
Cuando los dos Templarios consiguieron despistar a las tropas del sultán. Evrad abrió los papiros. Eran muy antiguos. Cuando empezó a descifrar el contenido. Coler sacó el puñal y amanazó a Evrad.
–Tus compañeros han muerto. Mi gran amigo Saladino estará muy contento al saber que he matado al único caballero –dijo Coler con una risa malvada.
–¡Eres un impostor! serás castigado. Saladino fue informado por vos –dijo Evrad.
Cuando Coler intentó apuñalar a Evrad. Una lanza atravesó al impostor.
–Sabía que eras cómplice de Saladino. Cuando la reunión, supe que no eras Templario. La cruz la tenía puesta en el hombro derecho –dijo Gérard de Ridefort.
El Gran Mestre abrazó a Evrad y ambos se llevaron los papiros. En el Templo de Salomón descifraron muchos secretos.
Jesús tuvo una mujer, de su feliz matrimonio, tuvo dos hijos. Y viajaron a Egipto…
El Gran Maestre, junto al caballero Evrad, consiguieron unos datos que estuvieron ocultos durante siglos. Jesús, fue un hombre normal, padeció y sufrió. Tuvo descendencia, por lo tanto la sangre de Jesús sigue entre nosotros.
Evrad fue nombrado Maestre de Gran Bretaña. Los secretos que llevó fueron tan relevante que la Iglesia estuvo durante años detrás de esos papiros. No se sabe dónde están ocultos, pero parece que sigue en un lugar de Gran Bretaña.
La maldad nos acecha a todos, tu mejor amigo puede convertirse en una auténtica pesadilla. Haz lo que dicte tu corazón y sigue el buen camino, todo irá bien.

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AMANTES MEDIEVALES II

ENTRE ALMAS Y CENIZAS

Chely es una mujer condenada por herejía. Aunque desde muy pequeña ya presentaba cierto poderes sobrenaturales. Ella siempre defendía su inocencia, ella simplemente curaba.
El cardenal de Caracasona ordenó encerrarla y condenarla a la hoguera.

Caracasona, año 1345.
Una familia ha sido contagiada por Lepra. Chely ha logrado curarlos a todos los miembros. Un niño fue infectado por una terrible enfermedad. El Tifus casi acaba con su vida, gracias a esta noble mujer, consiguió curarlo.
Chely se convirtió en una mujer muy popular en Francia, incluso hizo varios viajes fuera de la frontera, hacia Suiza y Austria. Allí fue la única persona que salvó una población entera contagiada por la Peste.
De vuelta a Francia fue detenida por orden del Cardenal de Caracasona. Según él, estaba poseída por un espíritu diabólico.
Durante más de dos meses, estuvo encerrada en el castillo de Frencht, al norte de París. Allí fue sometida a todas clases de torturas.
Siempre aseguraba ser inocente, simplemente le gustaba ayudar y curar a las personas.
El tribunal de la Santa Inquisición la condenó en la hoguera, el 12 de mayo de 1345.
Mientras los verdugos preparaban la leña, la gente se reunía por masas, sólo para ayudar a Chely.
El cardenal estaba muy contento, había llegado el momento de quemar el cuerpo de aquella bruja.
Chely fue custodiada por varios guardias. Los guardias la ataron a un gran poste de madera. Ella en voz alta dijo.
–Dios, no hagas caso a tus hijos, soy una persona de buen corazón y me acusan de ciertos ritos. Nunca he practicado la brujería, creo que los brujos son ellos. Simplemente me gusta curar de forma natural. En tus manos entrego mi alma.
Los verdugos comenzaron a prender las primeras leñas. El fuego comenzó a crecer y fue cogiendo intensidad.
El cielo se cubrió por nubes negras y comenzó a llover. Nunca había llovido tan fuerte. Se formaron grandes charcas y el fuego no pudo continuar y se apagó.
El cardenal y los verdugos corrieron hacia la iglesia y cerraron las puertas. No dejaron que la gente entrara para resguardarse.
El sol se asomó entre las nubes y dejó de llover. Chely alzó su mirada al cielo y dijo.
–Dios, sabes que soy inocente, gracias por ayudarme.
La gente liberaron a Chely y ella siguió haciendo lo que más quería. Curar y ayudar a los demás.

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